A todos nos ha preocupado alguna vez el calentamiento excesivo del motor del coche, sobre todo cuando llevamos muchas horas al volante. Para que puedas viajar tranquilo, desde Talleres AGM te explicamos por qué se calienta el motor y las medidas que debes llevar a cabo para evitar la excesiva temperatura del motor de tu coche.
¿Por qué se calienta el motor del coche?
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El motor del coche trabaja a unos 90 ºC. Pero si habitualmente supera esta temperatura, pueden aparecer problemas en el sistema de refrigeración y otros elementos del automóvil. El sobrecalentamiento puede estar debido a:
– Suciedad en el radiador: Es algo muy frecuente en vehículos que han recorrido muchos kilómetros, especialmente, por caminos con tierra y barro.
– Termostato en malas condiciones: Esto hará que el coche no detecte el sobrecalentamiento y se bloquee el paso del anticongelante hacia el radiador. Podemos comprobarlo tocando la manguera que sale de la parte superior del radiador. Si está a temperatura ambiente, puede ser que el termostato no funcione bien.
– Fallo del ventilador del radiador.
– Falta o fuga del líquido refrigerante: Comprueba que el depósito del refrigerante está en el nivel adecuado. Si no es así, puede que tengas una fuga en el sistema y vayas perdiendo el líquido poco a poco.
¿Qué hacer cuando sube la temperatura del coche? Nuestros 5 consejos
Cuando ves que el indicador de temperatura supera el límite máximo, no debes parar de golpe el motor. Eso apagaría también el sistema de refrigeración dejando el coche a la temperatura ambiente. A no ser que se deba a un fallo en el sistema refrigerante, al apagar el motor solo conseguiríamos que el coche tarde más en enfriarse, las válvulas podrían agarrotarse y la junta de la culata, agrietarse.
En su lugar, puedes hacer lo siguiente.
Apagar el aire acondicionado
El coche necesita potencia para mantener en marcha el aire acondicionado, sobre todo, cuando en el exterior las temperaturas son altas. Apagando el aire acondicionado quitarás una carga más al motor del coche.
Pon la calefacción
Igual que el aire acondicionado supone un esfuerzo para el motor, la calefacción puede aliviarlo, ya que así el coche transferirá energía del motor al habitáculo y se enfriará más deprisa que solo dejándolo a temperatura ambiente.
Utiliza el acelerador
Un pequeño truco para bajar la temperatura del coche es poner el coche en punto muerto y dar pequeños golpes de gas con el acelerador. Así mantendrás el sistema refrigerador y el ventilador en marcha.
Si no has aparcado el vehículo, y te encuentras en un atasco o haciendo una parada, utiliza el freno motor para evitar acelerones y frenadas bruscas.
Revisa el nivel de refrigerante
Como ya hemos señalado, si el nivel de refrigerante del vaso de expansión está bajo, es posible que tengas una fuga del mismo, pero también puede indicar que el ventilador está parado. En este caso se debe apagar el motor para evitar que la temperatura suba.
Es importante no quitar el tapón del vaso de expansión, ya que podría saltar agua hirviendo y provocar quemaduras graves en la cara.
Para poner de nuevo en marcha el ventilador, puedes hacer un puente entre los contactos del termocontacto. Pero si no tienes experiencia, es mejor que lo dejes en manos de un mecánico profesional.
Rellenar líquido refrigerante
Además de bajar la temperatura de tu vehículo, podrás comprobar si la falta de refrigerante se debe a una fuga o evaporación del líquido. Es mejor que lo hagas con el motor en marcha para que el circuito de refrigeración esté funcionando, y así el líquido se transfiera fácilmente a todas las partes del sistema.
En cualquier caso, sigue atento a las indicaciones de temperatura del motor. Si el problema persiste, puede deberse a averías más graves que pueden ponerte en riesgo a ti y a tu vehículo. En caso de albergar cualquier duda sobre el correcto funcionamiento de tu vehículo, nuestra recomendación es que visites tu taller mecánico de confianza en Albacete como Talleres AGM para que nuestros profesionales puedan revisar a fondo tu vehículo y detectar cualquier posible problema o avería.
