A la hora de conocer los sistemas de dirección de un vehículo debes tener en cuenta que estos pueden ser de tres tipos: hidráulicos, electrohidráulicos y electrónicos. Así, al igual que cualquier otro componente del coche, estos sistemas de transmisión pueden ser fuente de problemas y motivar la necesidad de acudir a un taller mecánico en Albacete como Talleres AGM. El funcionamiento de este tipo de sistemas es distinto según cual sea la naturaleza del mismo.

En los hidráulicos, el motor queda conectado a la dirección a través de una correa auxiliar funcionando a través del movimiento del pistón de la bomba. En cambio, los electrohidráulicos funcionan mediante un motor eléctrico que hace mover la bomba. Sin embargo, los electrónicos funcionan a través de un sistema más simple que los anteriores, uno de doble piñón. Te contamos las características de cada uno de ellos y como actuar frente a las averías en el sistema de dirección.

Averías más frecuentes en el sistema de dirección

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, no debe caber ninguna duda sobre el hecho de que las averías más frecuentes en la dirección del vehículo van a depender del tipo de dirección (de entre los tres antes vistos) que emplee el coche.

En los sistemas hidráulicos, la rotura de la correa auxiliar se sitúa como una de las averías más frecuentes. Estos son los sistemas más comunes y, por tanto, la rotura de la correa que conecta al pistón se instaura como uno de los problemas más vistos en el taller mecánico.

También en estos sistemas es frecuente la pérdida de fluidos. La pérdida del líquido de la dirección es una avería que da lugar a la inmovilización del coche. Así, se debe prestar gran atención al nivel de este y, por supuesto, a su pureza. Además, a la hora de rellenarlo, debes tener muy en cuenta el evitar la intromisión de cuerpos extraños en el recipiente.

No obstante lo anterior, también es una avería muy frecuente la pérdida de los aceites que se encuentran en el seno del distribuidor del automóvil. La existencia de juntas tóricas, arandelas, retenes y tornillos o tuercas defectuosas puede dar lugar a orificios por los que la transmisión del coche pierda aceite. Algo más grave es la pérdida de este motivada por la rotura de la carcasa que envuelve al sistema de la dirección.

Reflejos de que hay una avería

Ante todas estas situaciones de averías, hay que estar alerta a una serie de síntomas que pueden ser reflejo de averías en el sistema de dirección.

Dirección difícil de mover

La dureza en el volante puede reflejar la existencia de la pérdida de líquidos. Así, se debe revisar el sistema en busca de fugas a fin de comprobar el nivel y rellenar en caso de que sea necesario.

Esto también puede ser un sistema de la rotura de la bomba de la dirección asistida en los sistemas hidráulicos. Por supuesto, si el volante se muestra excesivamente rígido puede ser causa de una mala alineación de las ruedas del vehículo.

Desvío del vehículo hacia los lados

Si la alineación de la rueda no es correcta puede dar lugar a un desvío del coche hacia los lados de la vía sin que hayamos ejercido ninguna presión en el volante. Por supuesto, una baja presión o mal inflado de los neumáticos puede ser la causa del desvío.

Vibración del volante

Normalmente en los coches antiguos, es muy frecuente la vibración del volante cuando vamos conduciendo. Esto puede deberse a problemas en la dirección derivados del desgaste en la barra de la misma, así como un mal equilibrio de las ruedas o del eje.

Si te encuentras ante cualquiera de estos problemas, lo mejor es que acudas de inmediato a un taller mecánico como Talleres AGM donde puedan analizar el problema de tu coche y/o de su sistema de dirección y actuar en consecuencia para solucionar la avería. Debes asegurarte de no poner en riesgo tu vida ni la del resto de usuarios de la vía.

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