Los ruidos extraños o una gran cantidad de humo son los principales indicadores que debes tener en mente para darte cuenta de que hay algo que no está bien en el tubo de escape. Pero ¿qué es el tubo de escape? Desde Talleres AGM, tu taller mecánico de confianza en Albacete te contamos cómo es este pieza de tu vehículo y que averías sufre.

¿Qué es el tubo de escape?

El tubo de escape es la parte del vehículo que se encarga de extraer todos los gases de tu coche que se encuentran en los cilindros. Vendría a ser como el desagüe en una ducha. Su función principal es la de evitar que los gases se acumulen y, por ende, el motor trabaje de una forma menos eficiente. También reducen el sonido de la unidad de potencia y contribuyen a tu seguridad, evitando que los gases lleguen al habitáculo.

En este post queremos explicarte las averías más frecuentes que puedes sufrir en esta parte del vehículo y por qué se puede averiar el tubo de escape.

Averías habituales del tubo de escape

La duración de los tubos de escape ronda aproximadamente los 130.000 kilómetros. Es importante que tengas en cuenta este dato, ya que no debes alargar más su vida útil porque te comprometes a tener una avería.

Las altas temperaturas de los gases que circulan en su interior pueden provocar grietas en diferentes partes como el silenciador. Por ello, algunas de las averías más frecuentes que puedes encontrar son las siguientes:

Roturas en el tubo

Sin duda, es uno de los problemas más habituales que puedes sufrir. La presencia de grietas en las piezas que unen el catalizador con el silenciador ocurre con mucha frecuencia. Como conductor, no tardarás mucho en darte cuenta, debido a los diferentes ruidos que genera. Sin embargo, la única solución no es solo cambiar el tubo de escape. En el caso de que la grieta no sea demasiado grande, podrás pegarla usando una cola específica.

Humo de diferentes colores

Cuando paseas por la calle como peatón, seguro que has visto salir mucho humo negro de un tubo de escape. Es una señal inequívoca de que hay algún problema. No obstante, puedes encontrar diferentes tonalidades. Algunas de las más comunes son:

  • Humo negro: Se produce cuando tu vehículo está quemando mucho más combustible del que debería. Además de tener un mayor consumo del necesario, también puede provocar problemas en el filtro de aire o en el sistema de combustión. Necesita un arreglo urgente.
  • Humo azul: En este caso, en lugar de combustible, el motor de tu coche está quemando demasiado aceite. Esto se debe a un problema en el pistón y las válvulas. Debes acudir a un profesional para que revise tus niveles de aceite.
  • Humo gris: Es uno de los casos más difíciles de detectar, pero este color avisa de un posible problema en el turbocompresor.
  • Humo blanco: En caso de que salga poco humo, puede deberse a una acumulación de condensación dentro del tubo de escape. En cambio, cuando ya es denso, el motor de tu coche puede estar quemando líquido refrigerante. Sea como sea, es señal de una revisión inminente porque puede haberse producido una grieta en todo el bloque motor.

Oxidación de los diferentes tubos

La condensación de agua que generan los gases en los motores de gasolina provoca la oxidación de algunas piezas. En este caso, es fundamental que optes por su sustitución. Una vez renovado, el tubo de escape tendrá la capacidad suficiente para expulsar el agua provocada por la condensación de los gases.

Como conclusión, pese a que la vida útil de un tubo de escape es similar a la de todo tu coche, es importante llevar a cabo las acciones pertinentes para evitar averías. Es recomendable que hagas un uso prudente de tu vehículo optando por trayectos medios y largos. Y que, sobre todo, visites nuestro taller mecánico a la primera señal de mal funcionamiento que detectes en tu vehículo.

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