El turbo, ese componente tan relevante de un vehículo, es sometido a mucho trabajo. Por eso, un buen mantenimiento puede evitarte averías caras. En esta pieza es tan importante el cuidado preventivo como el correctivo. Eso sí, cuanto antes se detecte la avería mucho mejor para darle una rápida y óptima solución.

En este artículo te enseñaremos cómo puedes identificar los posibles fallos de un turbo y qué tipo de soluciones puedes tener cuando eso te suceda. ¿Nos acompañas?

¿Qué es el turbo o turbocompresor?

Comencemos por el principio. Un turbo o turbocompresor, como se llama, es un sistema que se compone de una turbina centrífuga y un compresor, cuyo papel es el de comprimir los gases. Puede llegar a soportar 1000 grados centígrados y girar a 200 000 revoluciones por minuto. Las piezas de las que se compone deben estar lubricadas y se deben respetar los tiempos de enfriamiento y calentamiento.

Aunque es normal que pueda tener ciertas averías, hay algunas señales que indican que estas pueden producirse. Existen algunos síntomas claros que te permiten conocer el estado del turbo del automóvil. ¿Sabes cómo distinguirlos?

Turbo del coche averiado

Señales de posibles averías en el turbo

En primer lugar, estaría la presencia de humo azul o blanco y el consumo excesivo de aceite. Los motores consumen aceite, claro está, pero un consumo excesivo de este implica que los problemas vendrán pronto, si aún no se han manifestado. Para tener un mayor control del nivel, revísalo mensualmente para que esté correcto.

También relacionado con el aceite, si al lubricar el turbo se quema en el interior, puede hacer que por el tubo de escape salga humo blanco con ciertos tonos azules. Además, el olor a fritura también es característico.

En este caso, la solución es parar el coche totalmente y llamar a una grúa para que te ayude a llevarlo al taller más cercano o de tu confianza. Esto puede evitar males mayores. Uno de los más dañinos es que el motor empiece a quemar aceite y lo utilice como combustible. A esa fase se le llama retroalimentación.

Ruidos que avisan de un problema

Otro de los síntomas que puedes notar es que el ruido sea distinto. El oído es uno de los principales aliados cuando hablamos de averías. Si notas que este cambia, que el coche suena más intenso de lo normal cuando aceleras o resopla, y que el rendimiento y la potencia cuando conduces son menores, posiblemente el sistema esté perdiendo presión. Una posibilidad cuando esto ocurre, muy ordinaria, por cierto, es que los manguitos del turbo estén flojos o se hayan rajado. Esta avería no es costosa, pero sí es importante que lo repares tan pronto como sea posible. Cambiar los manguitos es lo más común.

Por otro lado, si al soltar el acelerador, el vehículo suena como una aspiradora, tenemos un problema. Las aspas de la turbina pueden llegar a desintegrarse y entrar en el motor, algo que podría destrozar pistones y cilindros. Esto puede ser el acabose para el motor. Para poner solución a esto sin que sea demasiado tarde, lleva el coche al taller cuanto antes y no esperes o juegues con el destino. Puedes ahorrarte mucho dinero.

Finalmente, la potencia y los tirones en el coche pueden derivarse de varias averías en el turbo. Por ejemplo, la acumulación de carbonilla puede hacer que el turbo o el filtro de partículas se obstruyan. La descarbonización es fundamental para poder seguir usándolo sin problema. También puede estar dañada la válvula de descarga que hay en el turbo. Solamente haría falta sustituir la pieza.

Recurre a tu taller mecánico de confianza

En todos los casos y ante el más mínimo problema del turbo, es importante que pares el coche y acudas a un taller de confianza como Talleres AGM porque en la prevención está la solución. Visítanos en Avenida Gregorio Arcos, 16 (Carretera de Madrid) en Albacete. Nos pondremos manos a la obra para solucionar el problema con el turbo de tu coche.

Start typing and press Enter to search

El mantenimiento de los sistemas de frenoRadio Chinchilla y Talleres AGM